El programa ha liderado desde sus comienzos esta estrategia, que reúne a productores acuícolas con investigadores científicos, con el fin de orientarlos en la toma de decisiones frente a los efectos del cambio climático.
Con la intención de finalizar el año de la mejor manera, el programa Transforma MÁSMAR participó de un importante hito: la conformación del esquema de gobernanza del recientemente creado «Consejo para la Gestión Sustentable de la Acuicultura y Adaptación al Cambio Climático en Tongoy». Durante la última sesión, realizada en Tongoy, el grupo de trabajo conformado por todas las empresa acuicultoras de Tongoy, apoyados por CEAZA y MÁSMAR, definieron los representantes y objetivos que liderarán las acciones de trabajo colectivo, entre productores e investigadores, para hacer frente a los efectos que trae consigo el cambio climático.
En cuanto a su conformación, se estableció que la mesa estará integrada por cuatro representantes de las empresas y organizaciones de diversos tamaños; un representante de la unidad científica, asumido por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y un representante de la unidad técnica, asumido por el programa Transforma MÁSMAR.
En este sentido, el gerente de Transforma MÁSMAR, Guillermo Molina, argumentó que «estamos muy satisfechos porque logramos el objetivo de conformar este Consejo. Este hito marca un precedente en la forma de relacionarnos con el medioambiente desde la industria productiva. Las cosas están cambiando y el cambio climático llegó para quedarse, no sabemos cuáles son efectos que vienen más adelante; por lo tanto, el hecho de estar unidos, colaborando, pensando y planificando las acciones con objetivo productivo, pero con una mirada científica, es la forma en que se deben hacer las cosas. Quiero destacar la responsabilidad y visión de futuro de las empresas ostioneras y el rol de organización del equipo humano de CEAZA en estos primeros pasos».
Toda esta iniciativa comenzó a raíz de una masiva aparición de picorocos en los cultivos de ostiones de la bahía de Tongoy y Guanaqueros. El picoroco es una especie de crustáceo cirrípedo, pariente de la jaiba, pero a diferencia de esta, genera una concha alrededor de todo su cuerpo para protegerse. Su masiva presencia en los cultivos se debe, entre otras cosas, a que se han dado condiciones ideales para su reproducción, pocas veces vista en las últimas décadas.
Por su parte, Juan Torrejón, presidente de la Cooperativa M-31 y miembro del consejo, indicó que «es muy relevante este Consejo, ya que estamos en la misma mesa los productores pequeños, medianos y grandes, y las unidades técnicas y científicas. El caso del picoroco nos ha provocado una importante alza en la mortalidad y sabemos que los efectos del cambio climático seguirán llegando, por lo que es prioritario adelantarse».
Priscilla Haro, presidenta de la Asociación Gremial de Pescadores de Tongoy, dijo que «esta Consejo abrirá un espacio para conversar las distintas problemáticas que afecten a nuestra actividad, con una mirada y orientación científica. Este año han sido los picorocos, que nos ha aumentado considerablemente la mortalidad, pero sabemos que seguirán surgiendo otros efectos del cambio climático y en este sentido, nuestra confianza y expectativas de trabajo conjunto con los centros de investigación científica son la forma correcta de enfrentar el futuro».
Ivonne Etchepare, gerente del cultivo OSTIMAR, señaló que «esta es una instancia muy oportuna, ya que permitirá defender los intereses de los acuicultores, poner en la palestra pública las dificultades por lo que están pasando, sobre todo hacer un trabajo conjunto e integrado con científicos y así hacer frente a los efectos que pudiese generar el cambio climático».
Claudio Vásquez, gerente corporativo de CEAZA, explicó que «uno de los objetivos de la jornada de hoy era la conformación de la gobernanza de este consejo que va a trabajar en la gestión sustentable de la bahía y también en algunos mecanismos de adaptación para el cambio climático. Cada uno de los integrantes de esta mesa aportará desde su rol y es fundamental que esta acción colaborativa dé frutos para la sustentabilidad de la actividad acuícola».
Gregorio Rodríguez, director de Corfo Coquimbo, agregó que «es sabido por todos que la asociatividad solo trae cosas positivas. Conocemos la situación de los ostioneros y es importante que existan programas como Transforma MÁSMAR, que están en directa comunicación con ellos, para así poder emprender acciones que resguarden su actividad y que brinden herramientas para enfrentar las adversidades, en este caso, el cambio climático».
El programa Transforma MÁSMAR corresponde a una iniciativa público-privada, que ha sido apoyada por Corfo y que contribuye con la cadena de valor de los productos del mar elaborados en la Región de Coquimbo, vinculándose directamente con los pescadores artesanales e industriales. Para quien requiera más información sobre el avance de este consejo, puede visitar su sitio web o sus redes sociales, donde se encuentra como @masmarcoquimbo.