Transforma MÁSMAR lidera estrategia de resguardo para la bahía de Tongoy ante el cambio climático

Fue hace unos meses cuando sonaron las primeras alertas, luego de que profesionales del programa Transforma MÁSMAR identificara la problemática que aqueja a productores de ostión del norte, ubicados en la Bahía de Tongoy, ante el preocupante desove de picorocos que estaba afectando los cultivos. Hasta la fecha, la masiva presencia de picorocos ha aumentado la mortalidad y ha disminuido la producción en más de un 60%, en algunos sectores de la bahía. Ante la situación, el equipo del programa emprendió un plan de trabajo para poder resguardar el trabajo de los ostioneros de este fenómeno que, según los expertos, es atribuible al cambio climático.

Una de las primeras acciones consistió en convocar a los centros de investigación que monitoreen el comportamiento del océano, para la conformación de un Comité de Manejo frente al Cambio Climático para la bahía, llamado al cual respondió la Universidad Católica del Norte y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA). Este comité tendrá por objetivo coordinar acciones preventivas y de manejo ante episodios ambientales que aquejan a los productores de ostiones.

Guillermo Molina, gerente del Programa Transforma MÁSMAR, añadió que «este comité es un logro muy importante para nosotros, ya que conforma un cuerpo colaborativo entre los productores y los centros de investigación. Se aproximan nuevas sesiones donde se definirán roles y acciones concretas para seguir avanzando y aplicando todas las recomendaciones de los investigadores sumada a la experiencia de décadas de los productores en la bahía».

Además, añadió que «cómo programa nos corresponde gestionar inicialmente el comité, para que sean los privados y los investigadores quienes den vida a las acciones preventivas frente al cambio climático que afecta y afectará a los productores. Quiero destacar el rol de CEAZA que acogió este desafío con el que estamos está trabajando activamente para lograr instalar de forma correcta el Comité de Manejo, usando el conocimiento de diversos científicos que integran dicha institución».

Claudio Vásquez, gerente corporativo de CEAZA, explicó que «estamos contentos de haber sido invitados a este comité, ya que representa una importante vinculación con los productores y el sistema productivo de Tongoy. Además, nos interesa trabajar en la capacidad adaptativa que tenga este sector ante el cambio climático».

A partir de este comité, se gestaron talleres prácticos donde participaron las empresas productoras de ostión y los investigadores, quienes expusieron sobre cómo identificar y dimensionar la problemática; además de algunas recomendaciones para avanzar en el manejo.  

Gregorio Rodríguez, director de Corfo Coquimbo, agregó que «es sabido por todos que la asociatividad solo trae cosas positivas. Conocemos la situación de los ostioneros y es importante que existan programas como Transforma MÁSMAR, que están en directa comunicación con ellos, para así poder emprender acciones que resguarden su actividad y que brinden herramientas para enfrentar las adversidades, en este caso, el cambio climático».

Cabe explicar que el picoroco es una especie de crustáceo cirrípedo, pariente de la jaiba, pero a diferencia de esta, genera una concha alrededor de todo su cuerpo para protegerse. Tiene un rol fundamental en el ecosistema marino y su masiva presencia en los cultivos se debe, entre otras cosas, a que se han dado condiciones ideales para su reproducción, pocas veces vista en las últimas décadas.

El programa Transforma MÁSMAR corresponde a una iniciativa público-privada, que ha sido apoyada por Corfo y que contribuye con la cadena de valor de los productos del mar elaborados en la Región de Coquimbo, vinculándose directamente con los pescadores artesanales e industriales. Para quien requiera más información sobre el programa, puede visitar su sitio web (www.masmar.cl) o sus redes sociales, donde se encuentra como @masmarcoquimbo.