Con el apoyo de Corfo y de otras entidades, esta entidad promueve el desarrollo de nuevos productos en las áreas de pastas untables, conservas, mermeladas y embutidos.
Luego de meses de trabajo, finalmente abrió sus puertas el Centro Tecnológico para la Innovación en Alimentos, CETA, entidad cuya finalidad es acompañar a las empresas de la región que deseen desarrollar nuevas líneas de productos alimenticios, desde el prototipado, hasta la validación comercial, ello sin la necesidad de invertir grandes sumas de dinero en equipamiento o contratación de personal altamente especializado.
Esta es una iniciativa que recibe financiamiento de Corfo y que ha sido ampliamente aplaudida por el sector privado.
Gregorio Rodríguez, director regional de Corfo, expresó que “desde el punto de vista del emprendimiento, todas las pequeñas y medianas empresas que están desarrollando productos necesitan investigación, necesitan testarlos, probarlos o certificarlos en algunos casos, incluso validarlos comercialmente, este proceso si es asumido de forma directa representa un costo muy alto para los emprendedores”.
Es por este motivo que la oferta del CETA, al poner a disposición del sector privado todo su equipamiento y conocimientos técnicos y comerciales, permitirá “agilizar procesos” y crear nuevas áreas productivas que agreguen valor a las actividades pesqueras o agrícolas. La idea es que “no vendamos sólo materias primas, sino que estamos incentivando a que los emprendedores tomen estas materias primas y las transformen en un producto con valor agregado”, indicó Rodríguez.
Con este proceso, además, los empresarios pueden crear un producto final con altas posibilidades de ser un éxito comercial, ya que también se les facilita la incorporación a redes de comercialización.
Para el presidente de MÁSMAR y de Sonapesca, Osciel Velásquez, la instalación de este centro “es fundamental para el trabajo asociativo de todas las plantas de proceso, tanto de productos del mar, como agrícolas de la región, estamos convencidos de que esta es una alianza estratégica a través de la cual podemos ganar todos”. Para el dirigente empresarial, este tipo de iniciativas fortalece el desarrollo de la industria local y de los nuevos emprendimientos por medio de la valoración de la materia prima y, también, de los residuos o descartes.
Claudio Daud, jefe de la División de Fomento Productivo e Industria del Gobierno Regional de la Región de Coquimbo, precisó que existe “mucho entusiasmo” por este proyecto, ya que “tenemos el convencimiento de que es una iniciativa que es absolutamente necesaria para darle un apoyo a nuestros pequeños y medianos emprendedores que tengan ideas creativas en torno al sector alimentario”.
Líneas productivas
La encargada de innovación para la zona norte del CETA, Lorena Pacheco, explicó que este centro está orientado a dar soluciones y acompañamiento a iniciativas privadas que se desarrollen en 4 líneas productivas, como son las pastas untables, las conservas, las mermeladas y los embutidos. “Acá damos la posibilidad de generar productos con valor agregado para el desarrollo de una matriz alimentaria más amplia”, indicó la profesional.
Las instalaciones de este centro tecnológico están ubicadas en las dependencias de la pesquera Orizon, en Coquimbo. Para más detalles, las empresas interesadas pueden contactarse de manera remota con los profesionales a través del sitio www.cetaalimentos.cl.